GENERACIÓN DE LOS MILENIAL
TANSICIÓN O PUENTE: GENERACIÓN DE LOS
MILENIAL
Por George Montero
Hace algunos años,
un anciano amigo mío me dijo lo siguiente: "Es muy difícil educar a un
viejo, por no decir imposible." Ese día no entendí con mucha claridad esas
palabras que al menos taladraron mi cabeza hasta el día de hoy. Pero lo que sí
sabía es que en algún momento las entendería.
Dicho lo anterior,
paso a describir o parafrasear un poco la idea. Resulta que las personas vamos
formándonos nuestros propios criterios de la vida en general, de acuerdo a los
tipos de experiencias y las cosas que estas nos van dejando como enseñanzas.
Así es como en determinado momento, ya tenemos una personalidad definida y
totalmente dura, acorazada, impenetrable, segura y firme. Es más o menos lo que
puedo entender en el contexto del consejo de mi viejo y dilecto amigo.
Conociendo esta
realidad vamos al tema. Primero vamos a definir a la generación MILENNIALS en
dos. Aquellos que tuvimos el privilegio de nacer en las decadas de los 80s y
los 90s (yo nací en 1979) seremos los Milennials tipo "Y" y poseemos
el poder de hacer la transición o ser los puentes para con los milenials tipo
"Z" (generación que nació a partir del 2000). Esto es así porque
venimos de unas generaciones muy conservadoras como las de los 50s, 60s y 70s,
de la cuales son nuestros padres. Hemos visto crecer a los naciendos a partir
del inicio del nuevo milenio. Así que las entendemos a ambas, (La generación de
nuestros padres y la generación de nuestros hijos) y por eso podemos ser puentes
entre ellas. Pero poseemos también la capacidad de sufrir las incongruencias
existentes entre una y la otra.
Los 80s y 90s (nuestra generación) fueron decadas en las que la educación era aún muy rígida y algo tiránica, pero eficaz para lograr la estabilidad en la formación de los individuos, con sus excepciones que nunca faltan. Entonces surgen cambios sociales al momento de llegar el ocaso de los 90s, a nivel mundial, estos eventos se difundieron alrededor del planeta como si fuese una gira planeada, respondiendo al marketing global, basado en el comportamiento humano y sus factores determinantes. Entonces comienza la descomposición humana, la degradación del caracter y la dignidad de los individuos en todo el globo terráqueo. Este movimiento social que tejía sus redes de manera muy sutil, indirectamente pero con mucha eficacia, tomó la voluntad colectiva de todos los milenials, especialmente. Es como si se promulgara una ley general de un nuevo y efectivo método de formación para los nacidos a partir del 2000.
Habiendo visto
los factores anteriores uno sin hacer mucho esfuerzo, entiende las
razones por la que nuestros padres no pueden entender a nuestros hijos, y
viceversa. Sin embargo, aunque mencioné que nosotros somos puente, no obstante,
tampoco estamos haciendo uso de esas capacidades o reprobamos el curso. Digo
esto porque nosotros mismos queremos educar a nuestros hijos de la misma manera
que nos educaron a nosotros y eso es un craso error.
Si bién es cierto
que no se educa a un anciano porque ya no hay páginas en blanco para reescribir
un nuevo comportamiento en ellos, no es menos cierto que los jóvenes y
adolescentes, aunque aún tienen muchas páginas por escribir, no obstante, hay
que tener mucho cuidado a la hora de orientarlos a las ideas que serían
realmente productivas en ellos. Ya que no podemos irrumpir en su conducta de
manera abrupta, sino que debemos tomar en cuenta todo lo escrito en sus pocas
páginas usadas, para poder iniciar un proceso de redirección en su formación,
que dé al traste con una formación adecuada. Siempre serán sus convicciones la
base de sus movimientos hacia un nuevo norte u horizonte. No podemos exigir que
ellos nos entiendan a nosotros, porque ellos no han vivido todo lo que nosotros
hemos vivido. Citamos que es nuestra experiencia la que nos faculta para
reorientarlos, y es precisamente esa experiencia la que nos hace fallar. En
cambio, debemos entenderlos nosotros a ellos, decifrar las raices de su
comportamiento, para poder cambiarlo. Pero no debemos tratar de arrancarlo
abruptamente, sino paulatinamente. Comiendo por la orilla como dicen. Debemos
preguntarnos porqué se comportan de esa manera, y que es lo que buscan lograr
con ese comportamiento. Entonces tendremos una via abierta para transitar con
nuestras ideas y hacerlas germinar en sus cabezas de una manera aceptable para
ellos.
Por ejemplo, yo
siempre he creido que la religión tiene mucho que ver con la formación del
individuo, es un gran aliado del conocimiento científico en la vida de cada
persona. Pero siempre he criticado varios factores erróneos que practican las
iglesias. El primero es precisamente la educación. Las iglesias, hasta hace muy
poco tiempo se oponían a que sus feligresías estudien, entonces yo me
preguntaba como vamos a entender las profundidades de la bíblia sino
somos capaces de entender un párrafo que contenga una idea común. Otro factor
muy importante que erróneamente practican las iglesias, esta vez con los
jóvenes y adolescentes, es que quieren someterlos a estilos anticuados en todos
los sentidos. Me explico: lo primero es que quieren prohibirles sus
convicciones, sus gustos y sus luces. Quieren que vistan como los ancianos que
los criaron a ellos, y se ponen de ejemplo ellos mismos, como si eso importara
para los jóvenes y adolescentes. Les enseñan todo basado en criterios
arcaicos y tratan de sacarles cualquier idea innovadora que tengan en las
cabezas. Esto sólo lleva a fomentar una actitud rebelde y desafiante por parte
de los jóvenes y adolescentes, los cuáles comienzan a buscar a sus homogéneos,
derogando la tutela de sus padres o tutores y sumergiéndose en un mundo tan
peligroso como incierto para el resto de sus vidas.
Mi conclusión es
que debemos observar más que tratar de guiar. Así, si es necesario podrias
tirar un brinco y caer delante de ellos y librarlos de tantos eventos que
podrían acabar con su existencia. Pero además debemos respetar sus gustos,
estilos y convicciones, y sobretodo, debemos apoyarlos en sus proyectos, no
imponerles los nuestros. Porque nuestros proyectos no tienen que gustarles a
ellos pero los suyos son nuestra responsabilidad. Debemos orientarlos de manera
que nos vean como aliados, no como fiscalizadores de sus vidas e inquisidores
de sus conductas. No, ese no es el camino correcto. Ser el padre tirano o la
madre pegona no conduce a que seamos amigos y menos aliados de nuestros hijos e
hijas. Y ni hablar de cultivar confianza con ellos. En cambio debemos oirlos
sin reproches, pero dispuestos a entenderlos y a ayudarlos a superar el tema, sin
importar la indole o la complejidad del mismo. Que entiedan con nuestra
actitud,que somos los mejores amigos y aliados reales con los que cuentan. Que sepan
que pueden contarnos sobre sus miedos y sus ilusiones, y queno hay lugar mas
seguros para ellos que contar con nosotros.
Ana tilza Jimenez (seccion 18)
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